viernes, 13 de octubre de 2017

Tema 2. Puntuación

La puntuación de los textos escritos, con la que se pretende reproducir la entonación de la lengua oral, constituye un capitulo importante dentro de la ortografía de cualquier idioma. De ella depende en gran parte la conecta expresión y comprensión de los mensajes escritos. La puntuación organiza el discurso y sus diferentes elementos y permite evitar la ambigüedad en textos que, sin su empleo, podrían tener interpretaciones diferentes.

El español cuenta con los siguientes signos de puntuación:

punto .
coma ,
punto y coma ;
dos puntos :
puntos suspensivos ...
signos de interrogación ¿ ?
signos de exclamación ¡ !
paréntesis ( )
corchetes [ ]
raya —
guion -
comillas « », “ ”, ‘ ’

El punto, la coma, el punto y coma, los dos puntos y los puntos suspensivos se escriben siempre sin dejar un espacio de separación con respecto a la palabra o el signo que precede, y separados por un espacio de la palabra o el signo que sigue, a no ser que este sea de cierre.
Los signos dobles son paréntesis, corchetes, comillas y las rayas (encierran aclaraciones e incisos); todos ellos se componen por un signo de apertura y uno de cierre

Uso del punto

El punto (.) señala la pausa que se da al final de un enunciado. Después de punto —salvo en el caso del utilizado en las abreviaturas— siempre se escribe mayúscula.
Hay tres clases de punto: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final.

a) El punto y seguido separa enunciados que integran un párrafo. Después de un punto y seguido se continúa escribiendo en la
misma línea. Si el punto está al fin de renglón, se empieza en el siguiente sin dejar margen. Por ejemplo:
Salieron a dar un breve paseo. La mañana era espléndida.
b) El punto y aparte separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, contenidos diferentes.
Después de punto y aparte se escribe en una línea distinta. La primera línea del nuevo párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las líneas que lo componen, es decir, ha de quedar sangrada.

Por ejemplo:
El mar estaba embravecido aquel día. Los barcos bailaban sobre el agua sorteando las olas con dificultad.
Miguel, sentado en el muelle, esperaba el regreso de su padre. Atisbaba el horizonte buscando ansioso su barco con la
mirada.

c) El punto final es el que cierra un texto.


Uso incorrecto del punto

Los títulos y los subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados, no llevan punto final.
Ejemplos:
El llano en llamas
La Venus del espejo

Uso de la coma

La coma (,) indica una pausa breve que se produce dentro del enunciado.
Se emplea para separar los miembros de una enumeración, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u. Ejemplos:
Es un chico muy reservado, estudioso y de buena familia.
Acudió toda la familia: abuelos, padres, hijos, cuñados, etc.
¿Quieres café, té o un refresco?

Cuando los elementos de la enumeración constituyen el sujeto de la oración o un complemento verbal y van antepuestos al verbo, no se pone coma detrás del último. Ejemplos:

El perro, el gato y el ratón son animales mamíferos.
De gatos, de ratones y de perros no quiere ni oír hablar.

Se usa coma para separar miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, a excepción de los casos en los que medie alguna de las conjunciones y, e, ni, o, u. Ejemplos:
Estaba preocupado por su familia, por su trabajo, por su salud.
Antes de irte, corre las cortinas, cierra las ventanas, apaga las luces y echa la llave.

Sin embargo, se coloca una coma delante de la conjunción cuando la secuencia que encabeza expresa un contenido (consecutivo, de tiempo, etc.) distinto al elemento o elementos anteriores. Por ejemplo:
Pintaron las paredes de la habitación, cambiaron la disposición de los muebles, y quedaron  encantados. También cuando esa conjunción está destinada a enlazar con toda la proposición anterior, y no con el último de sus miembros. Por ejemplo:

Pagó el traje, el bolso y los zapatos, y salió de la tienda.

Siempre será recomendable su empleo, por último, cuando el período sea especialmente largo. Por ejemplo:
Los instrumentos de precisión comenzaron a perder su exactitud a causa de la tormenta, y resultaron inútiles al poco tiempo.

En una relación cuyos elementos están separados por punto y coma, el último elemento, ante el que aparece la conjunción copulativa, va precedido de coma o punto y coma. Ejemplos:

En el armario colocó la vajilla; en el cajón, los cubiertos; en los estantes, los vasos, y los alimentos, en la despensa.
Con gran aplomo, le dijo a su familia que llegaría a las tres; a sus amigos, que lo esperasen a las cinco; y consiguió ser puntual en los dos casos.

Se escribe una coma para aislar el vocativo del resto de la oración. Ejemplos:

Julio, ven acá.
He dicho que me escuchéis, muchachos.
Cuando el vocativo va en medio del enunciado, se escribe entre dos comas. Por ejemplo:
Estoy alegre, Isabel, por el regalo.

Los incisos que interrumpen una oración, ya sea para aclarar o ampliar lo dicho, ya sea para mencionar al autor u obra citados, se escriben entre comas. Son incisos casos como los siguientes:

a) Aposiciones explicativas. Por ejemplo:
En ese momento Adrián, el marido de mi hermana, dijo que nos ayudaría.

b) Las proposiciones adjetivas explicativas. Por ejemplo:
Los vientos del Sur, que en aquellas abrasadas regiones son muy frecuentes, incomodan a los viajeros.

c) Cualquier comentario, explicación o precisión a algo dicho. Ejemplos:
Toda mi familia, incluido mi hermano, estaba de acuerdo.
Ella es, entre mis amigas, la más querida.
Nos proporcionó, después de tantos disgustos, una gran alegría.

d) La mención de un autor u obra citados. Por ejemplo:
La verdad, escribe un político, se ha de sustentar con razones y autoridades.

Cuando se invierte el orden regular de las partes de un enunciado, anteponiendo elementos que suelen ir pospuestos, se tiende a colocar una coma después del bloque anticipado. No es fácil establecer con exactitud los casos en que esta anteposición exige el uso de la coma. Pero frecuentemente puede aplicarse esta norma práctica:

a) Si el elemento antepuesto admite una paráfrasis con «en cuanto a», es preferible usar coma. Por ejemplo:
Dinero, ya no le queda. (Es posible decir En cuanto al dinero, ya no le queda).

b) Si, por el contrario, admite una paráfrasis con «es lo que» o «es el que», no se empleará coma. Por ejemplo:
Vergüenza debería darte. (Equivalente a Vergüenza es lo que debería darte).

También suele anteponerse una coma a una conjunción o locución conjuntiva que une las proposiciones de una oración compuesta, en los casos siguientes:

a) En las proposiciones coordinadas adversativas introducidas por conjunciones como pero, mas, aunque, sino. Ejemplos:
Puedes llevarte mi cámara de fotos, pero ten mucho cuidado.
Cogieron muchas cerezas, aunque todas picados por los pájaros.

b) Delante de las proposiciones consecutivas introducidas por conque, así que, de manera que... Ejemplos:
Prometiste acompañarle, conque ya puedes ir poniéndote el abrigo.
El sol me está dando en la cara, así que tendré que cambiarme de asiento.

c) Delante de proposiciones causales lógicas y explicativas. Ejemplos:
Es noble, porque tiene un palacio.
Están en casa, pues tienen la luz encendida.

Los enlaces como esto es, es decir, o sea, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante, además, en tal caso, por lo tanto, en cambio, en primer lugar, y también, a veces, determinados adverbios o locuciones que desempeñan la función de modificadores oracionales, como generalmente, posiblemente, efectivamente, finalmente, en definitiva, por regla general, quizá, colocados al principio de una oración, se separan del resto mediante una coma.

Ejemplos:
Por consiguiente, no vamos a tomar ninguna resolución precipitada.
No obstante, es necesario reformar el estatuto.
Efectivamente, tienes razón.
Cuando estas expresiones van en medio de la oración, se escriben entre comas. Ejemplos:
Estas dos palabras son sinónimas, es decir, significan lo mismo.
Tales incidentes, sin embargo, no se repitieron.
Este tipo de accidentes están causados, generalmente, por errores humanos.
Si los bloques relacionados mediante estos enlaces forman parte de la misma oración compuesta escrita entre puntos, se suelen separar con punto y coma colocado delante del enlace, al que seguirá la coma.

En los casos en que se omite un verbo, porque ha sido anteriormente mencionado o porque se sobrentiende, se escribe en su lugar una coma. Ejemplos:

El árbol perdió sus hojas, el viejo, su sonrisa.
Los niños, por aquella puerta.
En matemáticas, un genio; para la música, bastante mediocre.

En las cabeceras de las cartas, se escribe coma entre el lugar y la fecha. Por ejemplo:
Santiago, 8 de enero de 1999

Se escribe coma para separar los términos invertidos del nombre completo de una persona o los de un sintagma que integran la lista (bibliografía, índice…). Ejemplos:
BELLO, Andrés: Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos.
CUERVO, Rufino José: Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana.
— construcción, materiales de
— papelerío, articulas de

Uso incorrecto de la coma

Debe evitarse separar el sujeto y el predicado mediante coma. Ejemplos de incorrección:
*Las estanterías del rincón, estaban perfectamente organizadas.
*Un desgraciado incidente, ocasionó la dimisión de la junta directiva.
Se exceptúan los casos en que media un inciso entre sujeto y predicado.
Ejemplos:
La medicina preventiva, como ya ha quedado apuntado anteriormente, permitirá evitar la enfermedad en breve plazo.
La presencia de la protagonista de la película, que vestía un espectacular traje de noche, produjo muy diferentes comentarios.

Uso de los dos puntos

Los dos puntos (:) detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue.
Se usan los dos puntos en los casos siguientes:

Después de anunciar una enumeración.
Ejemplos: Van a subastar tres manuscritos: uno de Borges, otro de Alfonso Reyes y un tercero de Antonio Machado.
Tres son las provincias aragonesas: Huesca, Zaragoza y Teruel.
También para cerrar una enumeración, antes del anafórico que los sustituye, se utilizan los dos puntos. Ejemplos:
Natural, sana y equilibrada: así debe ser una buena alimentación.
Terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas: esas son las principales catástrofes naturales.

Los dos puntos preceden a las citas textuales. En este caso, después de los dos puntos se suele escribir la primera palabra
con inicial mayúscula. Ejemplos:
Los palabras del medico fueron: «Reposo y una alimentación equilibrada».
Ya lo dijo Descartes: «Pienso, luego existo».

Se emplea este signo de puntuación tras las fórmulas de saludo en las cartas y documentos. También en este caso la palabra que sigue a los dos puntos se escribe con mayúscula y, generalmente, en un renglón aparte. Ejemplos:
Querido amigo:
Te escribo esta carta para comunicarte...
Muy señor mío:
Le agradeceré se sirva tomar o su cargo...

Se emplean los dos puntos para conectar oraciones o proposiciones relacionadas entre sí sin necesidad de utilizar otro nexo. Son varias las relaciones que se pueden expresar:

a) Relación causa-efecto. Ejemplos:
Se ha quedado sin trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano.
No necesitaba correr: aún ero pronto.
b) Conclusión o resumen de la proposición anterior. Por ejemplo:
Varios vecinos monopolizaron la reunión con problemas particulares: no llegaron a ponerse de acuerdo.
c) Verificación o explicación de la proposición anterior, que suele tener un sentido más general. Por ejemplo:
La paella es un plato de la cocina española muy completo desde el punto de vista nutritivo: cuenta con la fécula del arroz, las
proteínas de sus carnes y pescados, y la fibra de sus verduras.

Se utilizan los dos puntos para reparar la ejemplificación del resto de la oración. Ejemplos:
De vez en cuando tiene algunos comportamientos inexplicables: hoy ha venido a la oficina con las zapatillas de andar por casa.
Puedes escribir un texto sobre algún animal curioso: el ornitorrinco, por ejemplo.

En textos jurídicos y administrativos —decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias—, se colocan dos puntos después del verbo, escrito con todas sus letras mayúsculas (véase 3.2.5), que presenta el objetivo fundamental del documento. La primera palabra del texto que sigue a este verbo se escribe siempre con inicial mayúscula y el texto forma un
párrafo diferente. Por ejemplo:

CERTIFICA:
Que D. José Álvarez García ha seguido el Curso de Técnicas Audiovisuales celebrado en la Escuela de Cine durante los meses
de abril y mayo del presente año.

Uso del punto y coma

El punto y coma (;) indica una pausa superior a la marcada por la coma e inferior a la señalada por el punto. Se utiliza en estos casos:

Para separarlos elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas.
Ejemplos:
Lo chaqueta es azul; los pantalones, grises; la camisa, blanca; y el abrigo, negro.
Cada uno de los grupos de trabajo preparará un taller: el primer grupo, el taller de cerámica; el segundo, el taller de telares;
el tercero, el taller de cestería.

Para separar proposiciones yuxtapuestas, especialmente cuando en éstas se ha empleado la coma. Ejemplos:
Era necesario que el hospital permaneciese abierto toda la noche; hubo que establecer turnos.
La muchacha, gozosa, corría hacia su casa; sus padres acababan de llegar.
La situación económica de la empresa, agravada en los últimos tiempos, era preocupante; se imponía la acción rápida y
contundente si se deseaba salvar los puestos de trabajo.
A las cinco de la madrugada aún había luz en su habitación, seguramente, se había quedado dormido leyendo.
En muchos de estos casos, se podría optar por separar los periodos con punto y seguido. La elección del punto y seguido o del punto y coma depende de la vinculación semántica que exista entre las oraciones o proposiciones. Si el vínculo es débil, se prefiere usar un punto y seguido, mientras que, si es más sólido, es conveniente optar por el punto y coma.

Se suele colocar punto y coma, en vez de coma, delante de conjunciones o locuciones conjuntivas como pero, mas y aunque, así como sin embargo, por tanto, por consiguiente, en fin, etc., cuando los períodos tienen cierta longitud y encabezan la proposición a la que afectan. Ejemplos:
Su discurso estuvo muy bien construido y fundamentado sobre sólidos principios; pero no consiguió convencer a muchos de los participantes en el congreso.
Los jugadores se entrenaron intensamente durante todo el mes; sin embargo, los resultados no fueron los que el entrenador esperaba.
Las últimas pruebas que han llegado de la imprenta parecen muy limpias; por tanto, creo que no tardaré mucho en revisarlas y devolverlas.
Si los bloques no son muy largos, se prefiere la coma (véase el apartado 5.2.7). Ejemplos:
Vendrá, pero tarde.
Lo hizo, aunque de mala gana.
Si los períodos tienen más longitud considerable, es mejor separarlos con punto y seguido. Por ejemplo:
Este verano, varios vecinos del inmueble tienen previsto poner en venta sus respectivas viviendas. Por consiguiente, son
previsibles numerosas visitas de posibles compradores.

Uso de los puntos suspensivos

Los puntos suspensivos (...) suponen una interrupción de la oración o un final impreciso. Después de los puntos suspensivos, cuando cierran un enunciado, se escribe mayúscula. Por ejemplo:
El caso es que si lloviese… Mejor no pensar cosa tan improbable.
Estamos ante un bosque mediterráneo de encinas, alcornoques, pinos… Bajo estos árboles es fácil encontrar níscalos en otoños lluviosos.
Cuando los puntos suspensivos no cierran un enunciado y este continúa tras ellos, se escribe minúscula. Por ejemplo:
Estoy pensando que... aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.
Se usan los puntos suspensivos en los siguientes casos:
Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera.
Ejemplos:
Su tienda es como las de los pueblos, donde se vende de todo: comestibles, cacharros, ropas, juguetes...
Puedes hacer lo que te apetezca más: leer, ver la televisión, escuchar música...

Cuando se quiere expresar que antes de lo que va a seguir ha habido un momento de duda, temor o vacilación.
Ejemplos:
Iré; no iré... Debo decidirme pronto.
Espero una llamada del hospital... Seguro que son buenas noticias.
No sé... Creo que... bueno, sí, me parece que voy a ir.
En ocasiones, la interrupción del enunciado sirve para sorprender al lector con lo inesperado de la salida. Por ejemplo:
Se convocó a una junta, se distribuyeron centenares de papeles anunciándola y, al final, nos reunimos... cuatro personas.

Para dejar un enunciado incompleto y en suspenso se utilizan los puntos suspensivos. Por ejemplo:
Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable... No quiero seguir hablando de ello.

También se emplea este signo de puntuación cuando se reproduce una cita textual, sentencia o refrán, omitiendo una parte. Ejemplos:
En ese momento de indecisión, pensé: «Más vale pájaro en mano…» y acepté el dinero.
El escolar recitaba muy solemne: «Con diez cañones por banda...».

Se escriben tres puntos dentro de paréntesis (...) o corchetes [...] cuando al transcribir literalmente un texto se omite una parte de él. Por ejemplo:
Yo fui loco y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha y soy agora [...] Alonso Quijano el Bueno.
(Cervantes: Quijote, II, LXXIV)

Combinación de los puntos suspensivos con otros signos

Tras los puntos suspensivos no se escribe nunca punto. Sin embargo, sí pueden colocarse otros signos de puntuación, como la coma, el punto y coma y los dos puntos. Ejemplos:
Cuando decidas los colores, las telas, el tipo de mobiliario..., ven a verme y haremos un presupuesto.
Pensándolo bien...: mejor que no se presente.
Ya habían llegado los libros, los ordenadores, el papel...; al día siguiente empezaría a trabajar.
Los signos de interrogación o exclamación se escriben delante o detrás de los puntos suspensivos, dependiendo de que el enunciado que encierran esté completo o incompleto. Ejemplos:
¿Me habrá traído los libros?... Seguro que sí.
¡Si le dije que...! Es inútil, nunca haces caso a nadie.
Tanto la coma, el punto y coma y los dos puntos como los signos de interrogación y exclamación se escribirán inmediatamente,
sin un espacio que los separe de los puntos suspensivos, tal y como muestran los ejemplos anteriores.

Uso de los signos de interrogación y de exclamación

Los signos de interrogación (¿?) y exclamación (¡!) encierran enunciados que, respectivamente, interrogan o exclaman. Los
primeros se utilizan para delimitar enunciados interrogativos directos; los segundos demarcan enunciados exclamativos,
también en estilo directo e interjecciones. Ejemplos:
¿Comisteis ayer en casa?
¿Dónde has comprado ese traje?
¡Eso es una injusticia!
¡Qué magnífica pintura!
¡Ay! ¡Eh! ¡0h!
En la utilización de tales signos es preciso tener en cuenta estas consideraciones generales:

Los signos de interrogación y de exclamación son dos en cada caso: los signos que indican apertura (¿ ¡) y los signos que indican cierre (? !), se colocan al principio y al final del enunciado interrogativo y exclamativo respectivamente.
En nuestra lengua es obligatorio poner siempre el signo de apertura, que no deberá suprimirse a imitación de lo que ocurre en la ortografía de otras lenguas, en las que solo se usa el signo final porque tienen otras marcas gramaticales que suplen el primero.

Después de los signos que indican cierre de interrogación o exclamación (? !) no se escribe nunca punto.

El signo de principio de interrogación (¿) o de exclamación (¡) se ha de colocar donde empieza la pregunta o la exclamación, aunque no comience con él el enunciado. Ejemplos:
Con respecto al impacto ambiental, ¿se ha previsto algún tipo de medidas para que su efecto sea el menor posible? Si consigues la plaza, ¡qué alegría se va a llevar tu padre!
Obsérvese cómo los vocativos y las proposiciones subordinadas, cuando ocupan el primer lugar en el enunciado, se escriben fuera de la pregunta o de la exclamación. Sin embargo, si están colocados al final se consideran dentro de ellas.
Ejemplos:
Susana, ¿has decidido qué vas a hacer? / ¿Has decidido qué vas a hacer, Susana?
Pepe, ¡cuánto me alegro de que hayas venido! / ¡Cuánto me alegro de que hayas venido, Pepe!
Si no responde, ¿qué le vamos a decir? /¿Qué le vamos a decir si no responde?

Cuando se escriben varías preguntas o exclamaciones seguidas y éstas son breves, se puede optar por considerarlas oraciones independientes, con sus correspondientes signos de apertura y cierre, y con mayúscula al comienzo de cada una de ellas. Ejemplos:
¿Dónde estás? ¿A qué hora piensas volver?
¡Quedan cinco minutos! ¡Llegamos tarde! ¡Date prisa!
Pero también es posible considerar el conjunto de las preguntas o exclamaciones como un único enunciado. En este caso hay
que separarlas por comas o por puntos y comas, y solo en la primera se escribirá la palabra inicial con mayúscula.
Ejemplos:
¿Cómo te llamas?, ¿en qué trabajas?, ¿cuándo naciste?, ¿dónde?
¡Cómo ha nevado esta noche!; ¡qué blanco está todo!; ¡qué frío vamos a pasar hoy!

En ocasiones, se utilizan los signos de final de interrogación (?) o de exclamación (!) entre paréntesis.
a) El signo de final de interrogación entre paréntesis expresa duda o ironía. Ejemplos:
Andrés Sánchez López es el presidente (?) de la asociación.
Tendría mucha gracia (?) que llegara a la cita con un día de retraso.
b) El signo de final de exclamación entre paréntesis expresa sorpresa o ironía. Ejemplos:
Un joven de treinta y seis años (!) fue el ganador del concurso de composición.
Está más gordo que nunca, pero dice que solo pesa ochenta kilos (!) en la báscula de su casa.

Uso de los paréntesis

Los paréntesis ( ) son signos que encierran elementos incidentales o aclaratorios intercalados en un enunciado.
Los paréntesis se usan en los siguientes casos:
Cuando se interrumpe el sentido del discurso con un inciso aclaratorio o incidental, sobre lodo si este es largo o de escasa relación con lo anterior o posterior. Ejemplos:
El abuelo de Alberto (en su juventud fue un brillante cirujano) parecía una estatua sentado en aquel sillón.
Las asambleas (la última duró cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en el salón de actos.

Para intercalar algún dato o precisión: fechas, lugares, significado de siglas, el autor u obra citados... Ejemplos:
El año de su nacimiento (1616) es el mismo en que murió Cervantes.
Toda su familia nació en Córdoba (Argentina).
Una ONG (organización no gubernamental) ha de ser, por principio, una asociación sin ánimo de lucro.
«Más obran quintaesencias que fárragos» (Gracián).

En ocasiones se utilizan los paréntesis para evitar introducir una opción en el texto. En estos casos se puede encerrar
dentro del paréntesis una palabra completa o solo uno de sus segmentos.
Ejemplos:
En el documento se indicarán el (los) día(s) en que haya tenido lugar la baja.
Se necesita chico(a) para repartir pedidos.

Cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones con abreviaturas, se pueden utilizar los paréntesis para reconstruir las palabras completas o los elementos que faltan en el original y se suplen. Por ejemplo:
Imp(eratori) Caes(ari).

En la trascripción de textos se utilizan tres puntos entre paréntesis para dejar constancia de que se omite en la cita un fragmento del texto.44 Por ejemplo:
Hasta aquí (...) la obra visible de Menard, en su orden cronológico. Paso ahora a la otra: la subterránea, la interminable heroica, la impar. También, ¡ay de las posibilidades del hombre!, la inconclusa. Esa obra (...) consta de los capítulos noveno y trigésimo octavo de la primera parte del don Quijote y de un fragmento del capitulo veintidós.
(Jorge Luis Borges: Ficciones)

Las letras o números que encabezan clasificaciones, enumeraciones, etc. pueden situarse entre paréntesis o seguidas del paréntesis de cierre. Ejemplos:
Estos libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:
(a) En los estantes superiores de la sala de juntas.
(b) En !os armarios de la biblioteca principal.
O bien:
Estos libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:
a) En los estantes superiores de la sala de juntas.
b) En los armarios de la biblioteca principal.

Combinación de los paréntesis con otros signos.
Los signos de puntuación correspondientes al periodo en el que va inserto el texto entre paréntesis se colocan siempre después del de cierre. Ejemplos:
Tenía varios hermanos (era el primogénito de una numerosa familia), pero no los veía desde hacía años.
¿En qué año se creó la ONU (Organización de las Naciones Unidas)?
El texto recogido dentro de los paréntesis tiene una puntuación independiente. Por eso. si el enunciado entre paréntesis es interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación y exclamación se colocan dentro de los paréntesis. Ejemplos:
Ángel Peláez (si supieses lo que opina sobre la ecología y los ecologistas, no te caería tan bien) es el nuevo responsable del proyecto.
La manía de Ernesto por el coleccionismo (lo colecciona todo: sellos, monedas, relojes, plantas, llaveros...) ha convertido su casa en un almacén.
Su facilidad para los idiomas (¡habla con fluidez siete lenguas!) le ha abierto muchas puertas.

Uso de los corchetes

Los corchetes [ ] se utilizan por regla general de forma parecida a los paréntesis que incorporan información complementaria o aclaratoria.
La combinación de los corchetes con otros signos ortográficos es idéntica a la de los paréntesis
Los corchetes se utilizan en las ocasiones siguientes:

Cuando dentro de un enunciado o texto que va entre paréntesis es preciso introducir alguna nota aclaratoria o precisión.
Por ejemplo:
Una de las últimas novelas que publicó Benito Pérez Galdós (algunos estudiosos consideran la obra Fortunata y Jacinta
[1886-87] la mejor novela española del siglo XIX) fue El caballero encantado (1909).

En poesía se coloca un solo corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso para indicar que no caben en la línea anterior. Ejemplo:

Soñaba en ese entonces en forjar un poema
de arte nervioso y nueva obra audaz y suprema.
escogí entre un asunto grotesco y otro trágico,
llamé a todos los ritmos con un conjuro [mágico
y los ritmos indóciles vinieron acercándose,
juntándose en las sombras, huyéndose y [buscándose.
(José Asunción Silva: El libro de versos)

Cuando, en un texto trascrito, el copista o editor quiere incorporar alguna parte que falta, aclaración, nota, desarrollo de una abreviatura o cualquier interpolación ajena al texto original,45 se usan los corchetes. Por ejemplo:
La nieve hermoseaba [texto tachado: los parques y edificios de] la ciudad aquella fría mañana de diciembre.

También se utilizan los corchetes que encierran tres puntos suspensivos [...] cuando en un texto trascrito se omite una parte de él, ya sea una sola palabra o un fragmento. Por ejemplo:
Pensé en lo que usted me había enseñado: que nunca hay que odiar a nadie. Le sonreí para decírselo, pero después pensé que él no pudo ver mi sonrisa [...] por lo negra que estaba la noche.
(Juan Rulfo: Pedro Páramo)

Uso de la raya

La raya o guion largo (—) se puede usar aisladamente, o bien, como en el caso de otros signos de puntuación, para servir de signo de apertura y cierre que aísle un elemento o enunciado.
Este signo se utiliza con los fines siguientes:

Para encerrar aclaraciones o incisos que interrumpen el discurso. En este caso se coloca siempre una raya de apertura antes de la aclaración y otra de cierre al final. Por ejemplo:
Llevaba la fidelidad a su maestro —un buen profesor— hasta extremos insospechados.
Esperaba a Emilio —un gran amigo—. Lamentablemente, no vino.
En este uso, las rayas pueden ser sustituidas por los paréntesis e incluso por comas. La diferencia
entre una u otra opción depende de cómo perciba quien escribe el grado de conexión que el inciso mantiene con el resto del enunciado.

Para señalar cada una de las intervenciones de un dialogo sin mencionar el nombre de la persona o personaje al que
corresponde. En este caso se escribe una raya delante de las palabras que constituyen la intervención. Por ejemplo:
—¿Qué has hecho esta tarde?
—Nada en especial. He estado viendo lo televisión un rato.

Para introducir o encerrar los comentarios o precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes. Se coloca una sola raya delante del comentario del narrador, sin necesidad de cerrarlo con otra, cuando las palabras del personaje no continúan inmediatamente después del comentario. Por ejemplo:
—Espero que todo salga bien —dijo Azucena con gesto ilusionado.
Se escriben dos rayas, una de apertura y otra de cierre, cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje y ésta continúa inmediatamente después. Por ejemplo:
—Lo principal es sentirse viva —añadió Pilar—. Afortunada o desafortunada, pero viva.
Tanto en un caso como en el otro, si fuese necesario poner detrás de la intervención del narrador un signo de puntuación, una coma o un punto, por ejemplo, se colocará después de sus palabras y tras la raya de cierre (si la hubiese). Por ejemplo:
—¿Deberíamos hablar con él? —preguntó Juan—. Es el único que no lo sabe.
—Sí —respondió la secretaria—, pero no podemos decirle toda la verdad.

En algunas listas, como índices alfabéticos de libros o bibliografías, la raya sirve para indicar que en ese renglón se omite una palabra, ya sea un concepto antes citado o el nombre de un autor que se repite. Ejemplos:
Verbos intransitivos
— transitivos
— irregulares
— regulares
Ortega y Gasset, J.: España invertebrada (1920-22).
— La rebelión de las masas (1930).
— Idea del teatro (1946).

Uso de las comillas

Hay diferentes tipos de comillas: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas (« »), las inglesas (" ") y las simples (' '). Por lo general, es indistinto el uso de uno u otro tipo de comillas dobles, pero suelen alternarse cuando hay que utilizar comillas dentro de un texto ya entrecomillado.

Por ejemplo:
Al llegar el coche deportivo, Lola susurró: «Vaya "cacharro" que se ha comprado Tomás».
Se utilizan comillas en los casos siguientes:

Para reproducir citas textuales de cualquier extensión.47 Ejemplos:
Fue entonces cuando la novia dijo: «Sí».
Sus palabras fueron: «Por favor, el pasaporte».
Dice Miguel de Unamuno en La novela de don Sandalio:
«He querido sacudirme del atractivo del Casino, pero es imposible; la imagen de Don Sandalio me seguía a todas partes. Ese hombre me atrae como el que más de los árboles del bosque; es otro árbol más, un árbol humano, silencioso, vegetativo.
Porque juega al ajedrez como los árboles dan hoja».
Cuando se ha de intercalar un comentario o intervención del narrador o transcriptor de la cita, no es imprescindible cerrar las comillas para volver a abrirlas después del comentario, pero puede hacerse. Para intercalar tales intervenciones, es preferible encerrarlas entre rayas. Por ejemplo:
«Los días soleados como éste —comentó Silvia— me encantan».

En textos narrativos, a veces se utilizan las comillas para reproducir los pensamientos de los personajes, en contraste con el uso de la raya, que transcribe sus intervenciones propiamente dichas. Por ejemplo:
—Es una mujer hermosa, hermosísima; si ustedes quieren, de talento, digna de otro teatro, de volar más alto...; si ustedes me apuran, diré que es una mujer superior —si hay mujeres así— pero al fin es mujer, et nihil humani...
No sabia lo que significaba ese latín, ni adónde iba a parar, ni de quién era, pero lo usaba siempre que se trataba de debilidades posibles.
Los socios rieron a carcajadas.
«¡Hasta en latín sabía maldecir e! pillastre!», pensó el padre, más satisfecho cada vez de los sacrificios que le costaba aquel enemigo.
(Clarín: La Regenta. cap. IV)

Para indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar o de otra lengua o que se utiliza irónicamente o con un sentido especial. Ejemplos:
Dijo, cargado de razón, que el asunto tenía algunas «prorrogativas».
En el salón han puesto una «boiserie» que les ha costado un dineral48.
Últimamente está muy ocupado con sus «negocios».

Para citar títulos de artículos, poemas, cuadros...49 Ejemplos:
El artículo de Amado Alonso titulado «Noción, emoción, acción y fantasía en los diminutivos» está recogido junio con otros en un volumen antológico: Estudios lingüísticos. Temas españoles.
Nos leyó en voz alta el «Romance sonámbulo» del Romancero gitano.
En esta sala se puede ver el «Esopo» de Velázquez.

Cuando en un texto se comenta o se trata una palabra en particular, ésta se aísla escribiéndola entre comillas.50
Por ejemplo:
Como modelo de la primera conjugación, se utiliza usualmente el verbo «amar».

Cuando se aclara el significado de una palabra, éste se encierra entre comillas. En tal caso se prefiere utilizar comillas
simples. Por ejemplo:
«Espiar» ('acechar') no significa lo mismo que «expiar» las faltas.

Combinación de las comillas con otros signos
Los signos de puntuación correspondientes al período en el que va inserto el texto entre comillas se colocan siempre después
de las comillas de cierre. Ejemplos:
Sus palabras fueron: «No lo haré»; pero al final nos ayudó.
¿De verdad ha dicho: «Hasta luego»?
¡Menudo «collage»!
El texto recogido dentro de las comillas tiene una puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, si el enunciado entre comillas es interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación y exclamación se colocan dentro de éstas. Ejemplos:
Se dirigió al dependiente: «Por favor, ¿dónde puedo encontrar cañas de pescar?».
«¡Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones!», exclamó.


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domingo, 8 de octubre de 2017

Tema 1. Acentuación

EL ACENTO PROSÓDICO Y SU REPRESENTACIÓN GRÁFICA

Al pronunciar aisladamente cualquier palabra polisílaba del español, no todas las sílabas que la componen se emiten y se perciben con el mismo relieve. Una de ellas destaca en el conjunto y resulta más perceptible que las demás. Esa diferencia en la pronunciación de una determinada sílaba, que establece un contraste entre ella y el resto de las que integran la palabra, recibe el nombre de acento.
El acento es un rasgo prosódico, es decir, una propiedad fónica que afecta a unidades lingüísticas más amplias que el fonema, de ahí que se denomine también acento prosódico. Al igual que ocurre con otros rasgos prosódicos, la marca acentual se determina de manera relativa por el contraste que se produce entre la pronunciación de unos segmentos de la cadena hablada y otros. El acento consiste, pues, en la mayor prominencia con la que se emite y percibe una sílaba con respecto a las de su entorno. Aunque en la mayoría de las lenguas existe el acento prosódico, no en todas ellas este rasgo responde a idénticos parámetros, se comporta de igual forma ni desempeña la misma función. Por otra parte, y seguramente debido a su particular idiosincrasia en cada lengua, solo las ortografías de algunos idiomas dan cuenta gráficamente de la acentuación prosódica de las palabras.
En algunas lenguas, el acento prosódico no se indica en absoluto y, en otras, solo se hace en ciertos casos. En cambio, la ortografía del español, tal como está fi jada en la actualidad, lo señala de forma regular y prácticamente exhaustiva.
El sistema ortográfico del español dispone de un signo diacrítico en forma de rayita oblicua (´), que, colocado sobre una vocal, indica que la sílaba de la que dicha vocal forma parte es la que porta el acento prosódico de la palabra. Este signo se denomina específicamente tilde, además de acento gráfico u ortográfico. El sistema de normas que regula el uso de la tilde permite reflejar o conocer la acentuación prosódica de cualquier palabra del léxico español sin necesidad de haberla visto escrita o escuchado con anterioridad.


SÍLABA

La sílaba es una unidad lingüística estructural de carácter fónico, formada generalmente por un conjunto de fonemas sucesivos que se agrupan en la pronunciación en torno a un elemento de máxima sonoridad, que en español es siempre una vocal; así, por ejemplo, la palabra pla.ne.TA.rio contiene varias sílabas (que se muestran separadas por puntos), entre las que destaca la penúltima, sobre la que recae el acento léxico o primario. Si la sílaba está formada por un único fonema, este solo puede ser una vocal, como ocurre en la primera sílaba de palabras como eso [é.so], ama [á.ma] u hora [ó.ra].

Una sílaba no es una mera sucesión de fonemas, sino una unidad lingüística dotada de estructura interna. En la estructura de una sílaba pueden distinguirse las partes siguientes: un núcleo, que en español solo puede estar constituido por elementos vocálicos, y dos márgenes silábicos consonánticos, uno que precede al núcleo y otro que lo sigue. El núcleo es el componente de la sílaba con mayor sonoridad y, por ello, el más claramente perceptible, perceptibilidad que disminuye en los márgenes silábicos. El único elemento imprescindible para constituir una sílaba en español es su núcleo vocálico. El núcleo de la sílaba debe estar constituido al menos por una vocal (li.bro) y puede estar integrado por un máximo de tres (bien, miau). Cuando existen márgenes silábicos, tanto el que ocupa la posición prenuclear como el que va pospuesto al núcleo pueden estar formados por una, dos o tres consonantes (ve.lo, cre.ma, trans.por.te, ré.cords). La división de las palabras en sílabas es un requisito indispensable para poder aplicar de forma adecuada las reglas de acentuación gráfica del español.


REGLAS GENERALES DE ACENTUACIÓN

Según el lugar que ocupe la sílaba tónica, se pueden distinguir cuatro clases de palabras:

a) Palabras agudas son las polisílabas cuya última sílaba es tónica. Ejemplos: reloj, balón, cantáis, catedral, París.
b) Palabras llanas o graves son aquellas cuya penúltima sílaba es tónica. Ejemplos: césped, cabello, estepa, sortijas, itil.
c) Palabras esdrújulas son aquellas cuya antepenúltima silaba es tónica. Ejemplos: bado, heliptero, cuídate, pido,
esdrújula.
d) Palabras sobresdrújulas son aquellas en las que es tónica alguna de las sílabas anteriores a la antepenúltima.
Ejemplos: gamelo, metelo, llévesemela.
Para colocar correctamente el acento gráfico en las palabras es necesario seguir las siguientes reglas generales de acentuación:

Las palabras agudas llevan tilde en la sílaba tónica cuando terminan en vocal, -n o -s . Ejemplos: conso, es, alhe, además.

Sin embargo, cuando la palabra aguda termina en -s precedida por otra consonante, no lleva acento gráfico. Ejemplos: robots, confort, roquefort, tictacs, minigolf, esnob, zigzags.

Las palabras agudas terminadas en y no llevan tilde. Ejemplos: virrey, paipay, convoy, guirigay.

Las palabras graves o llanas llevan acento gráfico en la sílaba tónica cuando terminan en consonante que no sea -n o -s.

Ejemplos: ágil, árbol, álbum, Héctor.

No obstante, cuando la palabra llana termina en -s precedida de consonante, sí lleva tilde. Ejemplos: ceps, fórceps, mics, cord.

Las palabras llanas terminadas en y deben llevar tilde. Ejemplos ney, quey.

Las palabras esdrújulas y sobresdrújulas siempre llevan tilde en la sílaba tónica. Ejemplos: ingena, tefono, bito, natela.


DIPTONGOS, TRIPTONGOS Y HIATOS

En español, dentro de los límites de la palabra, es posible pronunciar en una misma sílaba hasta tres vocales seguidas como máximo. Cuando dos vocales contiguas se pronuncian dentro de la misma sílaba, forman lo que se llama un diptongo: co.pia, mies, bue.no, au.llar, deu.da. Si, por el contrario, cada una de las vocales se pronuncia en una sílaba distinta, la secuencia vocálica se denomina hiato: ma.es.tro, fe.o, ca.bí.a, a.cen.tú.a. La secuencia de tres vocales que pertenecen a una misma sílaba recibe, por su parte, el nombre de triptongo: Pa.ra.guay, a.nun.ciéis. Las secuencias de vocales contiguas en el plano fónico pueden corresponderse en la escritura con secuencias en las que aparece una h intercalada entre los grafemas vocálicos, como ocurre en cohibir [koibír], búho [búo] o ahijado [aijádo]. Puesto que la letra h no representa ningún fonema en el español estándar y carece de correlato fónico en la mayoría de las palabras de nuestro idioma, su presencia entre dos vocales en la grafía de una palabra no impide que dichas vocales formen un diptongo, esto es, no implica necesariamente la presencia de un hiato; así, hay palabras con h intercalada, como de.sahu.cio, prohi.bi.ción o ahi.ja.do, en las que los dos sonidos vocálicos contiguos se pronuncian como diptongos, y otras, como ve.hí.cu.lo, bú.ho, re.ha.go o de.he.sa, en que se pronuncian como hiatos.

Los diptongos son secuencias de dos vocales que se pronuncian en la misma sílaba. En español, los diptongos pueden estar constituidos por las siguientes combinaciones vocálicas:

a)    Una vocal abierta (/a/, /e/, /o/) precedida o seguida de una vocal cerrada átona (/i/, /u/): an.cia.no, pien.so, vio, cuan.to, sue.lo, an.ti.guo, ai.re, hay, de.béis, boi.na, es.toy, au.lli.do, Eu.ge.nio, es.ta.dou.ni.den.se.
b)    Dos vocales cerradas distintas (/i/, /u/): ciu.dad, lin.güís.ti.ca, muy.

Los triptongos son secuencias de tres vocales pronunciadas dentro de la misma sílaba. En español tienen necesariamente que estar constituidos por una vocal abierta (/a/, /e/, /o/) precedida y seguida de una vocal cerrada átona (/i/, /u/): es.tu.diáis, miau, viei.ra, ra.dioi.só.to.po, U.ru.guay, a.tes.ti.güéis.

Los hiatos son secuencias de dos vocales que se pronuncian en sílabas distintas. En español, constituyen hiatos desde el punto de vista articulatorio las siguientes combinaciones vocálicas:

a)    Una vocal cerrada tónica (/i/, /u/) seguida o precedida de una vocal abierta átona (/a/, /e/, /o/): po.dí.a, rí.o, des.ví.e, pú.a, pun.tú.e, fl ú.or, ra.íz, re.ír, e.go.ís.ta, ta.húr, fe.ú.cho, fi .no.ú.grio. 
b)    Dos vocales iguales

  
Tilde diacrítica

La tilde diacrítica es aquella que permite distinguir, por lo general, palabras pertenecientes a diferentes categorías gramaticales, que tienen, sin embargo, idéntica forma. Por la tilde diacrítica se distinguen las palabras que se detallan a continuación.

Tilde diacrítica en monosílabos. Se distinguen por la tilde diacrítica las siguientes parejas de palabras monosílabas.
a)    el / él
el: articulo masculino. Por ejemplo: El conductor paró de un frenazo el autobús.
él: pronombre personal Por ejemplo: Me lo dijo él.
b) tu / tú
tu: posesivo. Por ejemplo: ¿Dónde has puesto tu abrigo?
tú: pronombre personal Por ejemplo: Tú siempre dices la verdad.
c) mi / mí
mi: posesivo. Por ejemplo: Te invito a cenar en mi casa. —: sustantivo, con el significado de 'nota musical'. Por ejemplo: El mi ha sonado desafinado.
mí: pronombre personal. Por ejemplo: ¿Tienes algo para mí?
d) te / té
te: pronombre personal. Por ejemplo: Te he comprado un par de zapatos.
té: sustantivo, con el significado de 'bebida', 'planta' u 'hoja'. Por ejemplo: Tomé una taza de té. Se bebió dos tés.
e) mas / más
mas: conjunción adversativa equivalente a pero. Por ejemplo: Quiso convencerlo, mas no fue posible.
más: adverbio de cantidad, adjetivo o pronombre. Ejemplos: Habla más alto. No puedo más. Dos más dos son cuatro.
f) si / sí
si: conjunción. Ejemplos: Si llueve, no saldremos, Todavía no sé si iré.+
¡Cómo no voy a conocerlo, si lo veo todos los días!
—: sustantivo, con el significado de 'nota musical'. Por ejemplo: Una composición en si bemol.
sí: adverbio de afirmación. Por ejemplo: Esta vez sí la habían invitado.
—: pronombre personal. Por ejemplo: Solo habla de sí mismo.
g) de / dé
de: preposición. Por ejemplo: Un vestido de seda.
dé: forma del verbo dar. Ejemplos:
Espero que lo recaudado dé para hacerle un buen regalo.
Dé usted las gracias a su hermana.
h) se / sé
se: pronombre personal. Por ejemplo: Se comió todo el pastel.
sé: forma del verbo saber o del verbo ser. Ejemplos:
Yo no sé nada.
Sé benevolente con ellos, por favor.

Otros casos de tilde diacrítica

a)    sólo / solo

La palabra solo puede funcionar como adjetivo o como adverbio. Ejemplos:
A Tomás le gusta estar solo. Solo tomaremos fruta.
Cuando quien escribe perciba riesgo de ambigüedad (Estaré solo un mes), llevará acento ortográfico en su uso adverbial.
Ejemplos:
Este verano estaré solo un mes. ('estaré en soledad, sin compañía').
Este verano estaré sólo un mes ('solamente, únicamente un mes').
A él le gusta tomar solo el café. (Sin tilde nace la ambigüedad. ¿Le gusta tomar café en soledad? ¿Le gusta tomar café sin que le acompañe nadie?).
La palabra solo, tanto cuando es adverbio (Solo trabaja de lunes a viernes) como cuando es adjetivo (Está solo en casa todo el día), son voces que no deben llevar tilde. No obstante, las reglas ortográficas venían prescribiendo el uso diacrítico de la tilde en el adverbio solo para distinguirlo del adjetivo solo, cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad, como en los ejemplos siguientes: Trabaja sólo los domingos ('trabaja solamente los domingos'), para evitar su confusión con Trabaja solo los domingos ('trabaja sin compañía los domingos').
Sin embargo, puesto que ese empleo tradicional de la tilde diacrítica no opone en estos casos formas tónicas a otras átonas formalmente idénticas (requisito prosódico que justifica el empleo de la tilde diacrítica), ya que tanto el adjetivo solo como el adverbio solo son palabras tónicas, a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de doble interpretación.
Las posibles ambigüedades son resueltas casi siempre por el propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico), en función del cual solo suele ser admisible una de las dos opciones interpretativas. Los casos reales en los que se produce una ambigüedad que el contexto comunicativo no es capaz de despejar son raros y rebuscados, y siempre pueden resolverse por otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo), una puntuación adecuada, la inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el orden de palabras que fuerce a una sola de las interpretaciones. En todo caso, estas posibles ambigüedades nunca son superiores en número ni más graves que las que producen los numerosísimos casos de homonimia y polisemia léxica que hay en la lengua.

b)    aun / aún

La palabra aún llévala tilde cuando se utiliza con el significado de "todavía". Ejemplos:
Aún es joven. (‘todavía es joven’)
No ha llegado aún. (‘todavía no ha llegado’)
En cambio, cuando equivale a hasta, también, incluso (o siquiera, con negación), se escribirá sin tilde. Ejemplos:
Aun los sordos habrán de oírme. Todos los socios, aun los más conservadores, votaron a favor. Ni aun él lo sabía.
Cuando aun forma parte de la locución conjuntiva aun cuando, se escribe sin tilde. Por ejemplo:
Aun cuando lo pidiera, no le harían caso.


Otros casos de acentuación

Acentuación de palabras compuestas
A efectos de acentuación gráfica, las palabras compuestas se comportan como una sola palabra, y por tanto siguen las normas generales y particulares ya definidas, con independencia de cómo se acentúen sus formantes por separado.

Ejemplos:

busca + pies = buscapiés (palabra aguda terminada en -s)
así + mismo = asimismo (palabra llana terminada en vocal)
décimo + séptimo = decimoséptimo (palabra esdrújula)
Otros ejemplos: traspiés, veintidós, rioplatense, baloncesto, tiovivo, portalámparas...

Acentuación de adverbios en -mente
Los adverbios terminados en -mente constituyen una excepción a la regla general de acentuación de palabras compuestas, ya que, en realidad, tienen dos acentos fónicos: uno en el adjetivo y otro en el elemento compositivo -mente. Por ello. El adverbio conserva la tilde en el lugar en el que la llevaba el adjetivo. Ejemplos: cortésmente, fácilmente, tímidamente, plácidamente; pero buenamente, decorosamente, fielmente, soberanamente.

Palabras compuestas con guion
En los compuestos de dos o más adjetivos unidos con guion, cada elemento conservará la acentuación fonética y ortográfica que le corresponde. Ejemplos: hispano-belga, franco-alemán, histórico-crítico-bibliográfico.

Acentuación de formas verbales con pronombres enclíticos
Las formas verbales con pronombres enclíticos llevan tilde o no de acuerdo con las normas generales de acentuación.
Ejemplos: cayose, pidiole, estate (casos todos de palabras llanas terminadas en vocal); mírame, dámelo, antójasele,
habiéndosenos (casos de palabras esdrújulas y sobresdrújulas). Las palabras de este tipo que ya no funcionan como verbos, así como las compuestas por verbo más pronombre enclítico más complemento; siguen también, en cuanto al uso de la tilde, las normas generales. Ejemplos: acabose, sabelotodo, metomentodo.

Acentuación de voces y expresiones latinas
Las voces y expresiones latinas usadas en nuestra lengua se acentuarán gráficamente de acuerdo con las reglas generales del español. Ejemplos: tránseat, ítem, accésit, memorándum, exequátur, alma máter.

Acentuación de palabras de otras lenguas
En las palabras de otras lenguas que, por su falta de adaptación a la nuestra, escribimos con letra cursiva o entre comillas así como en los nombres propios originales de tales lenguas, no se utilizará ningún acento que no exista en el idioma a que pertenecen. Ejemplos: catering, Aribau, Windsor.
Si se trata de voces ya incorporadas a nuestra lengua o adaptadas completamente a su pronunciación y escritura, habrán de llevar tilde cuando lo exija la acentuación del español. Ejemplos: búnker, París, Támesis.

Acentuación de letras mayúsculas
Las mayúsculas llevan tilde si les corresponde según las reglas dadas. Ejemplos: África, PERÚ, Órgiva, BOGOTÁ.



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domingo, 17 de septiembre de 2017

7 Claves para valorar un Informe de Sistematización en el área de Lengua

La experiencia de acompañamiento a los proyectos de escritura de informes de Sistematización de la Experiencia (SE) de parte del equipo de tutor y facilitadoras del PNF MMSR Lengua ha resultado un auténtico reto, sobre todo porque no se cuenta (al menos no a primera mano) con experiencias de escritura similares. De manera que desde un principio fue necesario plantear derroteros por los cuales se hiciera posible orientarnos y lograr un marco de planeación, escritura, revisión y edición de cada uno de los textos de nuestra comunidad de formación. Definimos criterios que se pueden enumerar en tres:

(1) La escritura académica, comprendida desde cuatro etapas: planificación, traducción, revisión y edición (Tolchinsky, 201s)

(2) Una arquitectura escrita para cada trabajo conforme a cuatro etapas cláramente verificables en las Orientaciones teórico-prácticas para sistematizar experiencias (Oscar Jara, 2007). Las mismas son: (a) Una propuesta de sistematización estructurada mediante cinco preguntas generadoras, (b) un texto narrativo que relata la experiencia vivida (Recuperación de la experiencia), (c) Un texto analítico-crítico denominado por Jara Reflexión de fondo (o por qué pasó lo que pasó) y (d) Los puntos de llegada (Jara. 2007)

(3) Un proceso de acompañamiento de la escritura en la que tutor-facilitadora permiten que cada participante se haga consciente de su forma de escribir y que interrogue constantemente el texto que está produciendo, identificando falencias de sentido y distancias entre lo que pretende declarar y lo que el texto termina sugiriendo.

De manera que un análisis estructural de cada IS por parte del facilitador o facilitadora, luego de haber sostenido variados encuentros para discutir en torno a su proceso de escritura, implica una revisión que puede estar orientada mediante estas siete claves:

(1) El texto se estructura en párrafos de extensión conveniente (no más de 14 y no menos de 5 líneas) y emplea conectores lógicos del lenguaje, atendiendo a la coherencia y la cohesión discursiva.

(2) El documento expone las respuestas a las cinco preguntas de Jara para estructurar una experiencia de sistematización (El plan o proyecto de sistematización). Su discurso es impersonal y cada párrafo gira en torno a cada una de las preguntas generadora que propone Oscar Jara

(3) El texto presenta una recuperación de la experiencia en la que de manera cronológica o temática se abordan aspectos del proceso vivido, describe el proceso de enseñanza y de aprendizaje en la clase de lengua. Y narra descriptivamente (y mediante un lenguaje personal, si se quiere) anécdotas que servirán para la reflexión de fondo.

(4) La Reflexión de fondo consiste en un discurso analítico-interpretativo en el cual el o la participante valora, sopesa, aprecia, juzga, señala, destaca aspectos derivados de la experiencia vivida y los analiza en detalle, estableciendo nudos críticos y confrontándolos con referentes teóricos estudiados durante el proceso de formación

(5) Los puntos de llegada suponen un texto estilo síntesis en el que se establecen generalizaciones; es decir, conclusiones a las cuales se llegó (estas se relacionan con los ejes o aspectos centrales de lo que se quiere sistematizar: la 3ra pregunta generadora de Jara). De manera que cada conclusión direcciona una recomendación (o un punto de partida para próximas experiencias docentes).

(6) La introducción (el último texto escrito) se entiende como un texto dirigido directamente al lector y cuya función es la de presentarle cuestiones generales contenidas en su texto. Cómo surge la experiencia de sistematización y de realización del informe, cuál es el enfoque pedagógico y el enfoque de enseñanza de la lengua sobre los que se trabajan, cuál es la metodología empleada y según cuál(es) autor(es) y cómo se estructura el libro (en capítulos) y qué contiene cada uno de ellos.

(7) cada autor o publicación mencionada debe aparecer referenciada en la parte final del documento.

Establecidas las claves para valorar, la tarea consistirá en elaborar un documento en el cual se valore descriptivamente cada propuesta de escritura efectuada. En una extensión no mayor de media cuartilla por cada informe analizado y destacando las falencias y aciertos en cuanto a su escritura. De este modo se facilitará el trabajo de lectura y de revisión al equipo nacional.



martes, 13 de junio de 2017

II Jornada de profundización de los Informes de Sistematización

Lugar: Liceo Bolivariano Antonio José de Sucre de Rubio, Mcpio. Junín
Nota: prever su almuerzo
           Cada participante presentará (02) dos ejemplares de su texto


Celebrada la I Jornada de orientación para la elaboración de los Informes de Sistematización


El pasado sábado 10 de junio se efectuó la primera de una serie de jornadas destinadas a sistematizar la experiencia docente a través de la discusión en torno a los Trabajos de Grado que las y los participantes redactarán para optar a la certificación como maestras y maestros en lengua.




En este encuentro se realizó un recuento de lo reflexionado en torno a la metodología "Sistematización de la Experiencia" a lo largo del programa y se presentaron textos centrales y auxiliares que facilitarán esta experiencia de escritura de textos de investigación.

Próximamente se realizará una segunda jornada en la que las y los participantes socializarán su proyecto de sistematización y la recuperación de la experiencia.
La tercera jornada se efectuará en la ciudad de La Grita, municipio Jáuregui, y tendrá el propósito de orientar a la comunidad de formación que hace vida en el mencionado municipio.