viernes, 28 de octubre de 2016

RESEÑA: "A leer se aprende leyendo"

Como resultado de una investigación centrada en la acción participativa y la sistematización de la experiencia y con el auspicio del Centro Nacional del Libro (CENAL) aparece este importante texto que aborda críticamente el problema de la lectura y su promoción. Aunque su presentación se estructura a manera de manual de promoción lectora, el texto se caracteriza por aproximar elementos de carácter socio-histórico en relación a cómo la lectura ha guardado determinados comportamientos conforme la época, yendo de lo oral hacia procesos cada vez más tecnológicos. 
Por donde se lea aparece como la sombra de un árbol frondoso el legado del maestro Paulo Freire quien desde su texto "Sobre la importancia del acto de leer" dejó un aporte certero acerca de la lectura del mundo como el fundamento precedente de la lectura de la palabra. Rod asume esta idea del pedagogo brasileño y teje un comprensible entramado crítico en el cual aunque la lectura en solitario es actualmente la más practicada, la lectura compartida es la más significativa y potencial. Con esto se asume que el logro político de una acción promotora de la lectura es construir un pueblo lector (P. 44). 
Un planteamiento que resulta controversial y como tal constituye un insumo al debate es el lector nuevo vs. el lector tradicional (P. 22) . El lector nuevo (de la Internet) carece de ciertas capacidades inherentes al lector tradicional por cuanto a que se encuentra más alejado de lo oral y lo cotidiano (P. 43). 

A propósito de los lectores, el autor propone tres tipos que merecen el citado:



a. El lector mecánico: es aquel que realiza una lectura literal y superficial de los textos. Esta acción la ejecuta, mayormente, de manera inconsciente y rutinaria, sin percibir los elementos críticos de los contenidos. Generalmente hace lectura de materiales impresos de baja complejidad, y es el nivel de lector/lectura más básico y común.
b. El lector productivo: es el sujeto que efectúa una lectura instrumental o utilitarista de los textos: lee por obligación, porque lo requiere –o se lo exigen– en sus estudios o en el trabajo. Sus lecturas son organizadas (subraya, toma notas, hace acotaciones en los márgenes, elabora fichas, etc.), transitorias (lee cuando es estrictamente necesario) y transitivas (transfiere los contenidos del texto a su mente, como si hiciera depósitos). Es un nivel preconsciente de lector/lectura. 
c. El lector crítico: es la persona que hace lectura profunda y consciente de los textos, para comprenderlos, cuestionarlos –y cuestionarse– y recrearlos. Lee por voluntad propia y por lo tanto disfruta de sus lecturas. Es el nivel más alto de lector/lectura y el menos frecuente.


Un asunto importante es el papel que ha desempeñado la escuela en la formación de lectores. Sobre esto Rod agudiza su aportación crítica debido a que en el aula la lectura instrumental y obligada es la que más se ha fomentado (P. 99). Lamentablemente en la escuela -siguiendo a Freire- la lectura de la palabra aparece separada de la lectura del mundo; es decir, no se acerca la lectura del contexto, por tanto no se fomenta al lector crítico sino al mecánico y en escasas ocasiones al productivo, lo cual anula la posibilidad de desarrollar lectores críticos.

Con este libro y con el firme deseo de promover la lectura desde la pedagogía del amor, del ejemplo y la curiosidad lograremos generar espacios para que el sujeto lector comience a visibilizarse cada vez con mayor plenitud de derecho, cada vez más protagónico y consciente del sentido de su vida en el mundo, en solidaridad con los demás.

(Puedes descargar el texto completo en pdf a través de: https://drive.google.com/open?id=0B_Hng-HxcJtHZUNRUVRjY3pkaU0 )



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